Tuesday, March 5, 2013

Howard Gardner se hace justicia por su propia mano

Howard Gardner es un famoso profesor de la Universidad de Harvard, que protagonizó uno de los casos de ciber acoso más sonados en los medios de comunicación en Latino América, pero  lejos de ser la víctima, cayó en las más bajas tentaciones humanas, pese a ser un estudioso de la inteligencia y el buen trabajo.


En Diciembre de 2010, Howard Gardner acusa públicamente a una profesora mexicana de “Fraude Académico” y pide que sea condenada a la luz pública, aquí dos extractos de la carta enviada a un medio de comunicación.



No sólo busca justicia por su propia mano que ya de entrada es ilegal, sino que inicia una serie de eventos que sin darse cuenta ayudaron a un acosador, convirtiendo una denuncia que habría sido perfectamente legal en cualquier corte en un acto criminal de tamaño internacional.

Además inicia una campaña en prensa, y los periodistas difundieron el asunto, sin necesidad de escuchar a la contraparte
 


La Universidad involucrada solo entrevista una vez y en la grabación de 35 minutos solo se escucha que la interrogan "entre amigos" no hacen falta abogados, sin oportunidad de defensa. Luego de 6 "preguntas" que más bien son acusaciones la declaran "enferma mental" y la despiden.

El ciberacosador, (Aquí pueden ver ejemplos del caso) había comenzado al mismo tiempo una serie de actos violentos que comienzan con envió de anónimos masivos a miembros de la universidad, familia y amigos de la victima. Todo el mundo debería saber la clase de persona que ella es...





Incluso habla de matarla de manera pública y privada

Usa diversos alias, nombres y cuentas de correo, lo cual hace pensar a la víctima que son múltiples las personas que la atacan, creando mayor terror.







 El acosador es ejemplo de los crímenes cibernéticos posibles que incluyen amenazas de muerte, anónimos, uso de nombres falsos, múltiples cuentas de correos  y envió de mensajes a terceras persona. Sin duda, el mejor ejemplo de la mente enfermiza de un acosador.








La puerta que abre la acción del prestigioso Howard Gardner por supuesto escapa del control de las autoridades Universitarias. Por un lado los medios comienzan a atacar a la acusada sin derecho a réplica y ella abandona el país. 

Además comienzan una serie de actos incongruentes con las instituciones educativas tanto de México como la de la prestigiosa  Prestigiosa Institución de Boston. 




Lo más lamentable de este caso “académico” es que se trata de un doctor en psicología social obsesionado tanto con la víctima como con Gardner, que a su vez estudia el cyberbullying.


Juzgue usted la magnitud del caso.


Uno de los perfiles con capacidad de dañar en mayor medida  es de los académicos, pues aún con grados que presumen ante la sociedad, no son capaces de detenerse a recapacitar ante sus acciones. 

Un juez determinó que la acusada no era culpable de fraude a partir del análisis de direcciones IP.

Los periodistas que iniciaron el escándalo, JAMÁS, entrevistaron a la "acusada", pues ella tuvo que huir del país debido a los ataques.
 
Gardner aún sonrié ante las cámaras.

El acosador aún da clase en la institución  mexicana y sigue usando nombres falsos y hackeando cuentas: http://acosociberneticounaguiaparasobrevivir.blogspot.com/2013/02/descubriendo-al-acosador.html.

2 comments:

  1. El que el trabajo de un académico como Gardner sea brillante, no implica que como persona también lo sea. Newton como persona dejaba bastante que desear y como Director de la Moneda envió a muchos a la horca. Los hombres de honor rectifican y asumen las consecuencias de sus actos, se ve que es un valor en desuso. Gracias Zadora.

    ReplyDelete
    Replies
    1. Asi es Roberto:

      La justicia es para todos, no solo para los ricos y poderosos y debe escucharse siempre a ambos lados, pero cuando te escudas en los medios con poder por delante y das la espalda a la ley, no eres más que un animal y aún ellos tienen honor. Nadie niega que Harvard haga cosas grandes, pero no pueden ocultar la bajeza e injusticias que se cometen.
      No nos dejemos convencer por la primera impresión.

      Delete